Abstract
La pregunta por el carácter de la cultura occidental destruida por la Gran Guerra europea suponía, para Taborda, la necesidad de un ajuste con ese pasado que produjo el desastre y, al mismo tiempo, el despliegue de esperanzas con tono americanista. Así, el año 1918 encontraba a Saúl Taborda interpelado por los ecos de aquellos acontecimientos que anunciaban la inminencia de una profunda transformación a escala planetaria y sobre los que no dejará de pronunciarse. Tempranamente sensibilizado por el fenómeno anarquista, aún desde la edición platense de su libro
Verbo Profano, Taborda publicaba en aquel año una serie de textos producidos con anterioridad y modelados bajo un repertorio intelectual “liberal”. Conglomerado político y social amplio, el grupo de las “fuerzas liberales”, como era reconocido por los medios de prensa, incluía una diversidad de posiciones significativamente visibles en Córdoba desde fines del siglo XIX. Sendas alocuciones de Taborda ante los auditorios del Teatro Rivera Indarte y la Unione e Fratellanza, evidencian tanto su prestigio de orador cuanto la extensión de las instituciones culturales y de los
ámbitos de sociabilidad abiertos al debate público en la ciudad.