Resumen
Desde su primer número, publicado en agosto de 1986, la revista La Ciudad Futura buscó trazar una “frontera” al interior de la tradición de la izquierda argentina planteando la necesidad de defender y profundizar la democracia a la vez que apoyando la apuesta reformista de Alfonsín. Pero, al acercarse el final de la década del ‘80, las ilusiones que los participantes en la revista habían depositado, no solo en Alfonsín sino en toda la “transición democrática”, parecían enterradas. La crisis del gobierno radical, el retorno de la violencia política, la hiperinflación y el fuerte viraje que Carlos Menem impuso a la tradición peronista crearon desconcierto y desazón entre los miembros de la revista. El presente artículo busca indagar en las posiciones de La Ciudad Futura en los primeros años ‘90 (1991-1997), un período que no ha sido abordado por la bibliografía que se ocupó de la revista. Dentro de los numerosos temas que ocuparon su atención nos ocuparemos de uno que ocupó un lugar central en sus páginas: el de las características que debía reunir una “coalición progresista” que se opusiera al gobierno menemista.