Resumen
A mediados de los años ‘30, entrevistado por un colega norteamericano, Marcel Mauss trazaba un cuadro sobre el estado de la sociología francesa; ante la pregunta sobre dónde encontrar a los “jóvenes prometedores” en ese campo, su respuesta fue elocuentemente descorazonada. Efectivamente, la Gran Guerra había tenido efectos particularmente trágicos sobre el grupo nucleado alrededor de Émile Durkheim, empezando por la desaparición de su fundador y principal figura. Su muerte y la de varios de sus colaboradores, sumada a la resultante dispersión temática y sobre todo institucional de los sobrevivientes, afectaron decisivamente el panorama de la sociología francesa de las décadas posteriores; “sólo quedamos un puñado”, escribía el mismo Mauss en 1925, lamentando que la guerra hubiera frustrado “lo que hubiera podido llegar a ser lo que se ha convenido en llamar la Escuela Francesa de Sociología”. Al análisis de las posiciones de los miembros de esa Escuela se dedican las páginas que siguen.