Resumen
Desde fines del siglo XIX, pero especialmente en las primeras décadas del siglo XX, los intelectuales latinoamericanos mantuvieron una estrecha comunicación y constituyeron un conjunto de relaciones que les permitía conocer mutuamente sus obras, propiciar los debates, la comunicación física o epistolar y conformar espacios de reflexión sobre temas que les resultaban comunes. En ese tejido de redes sobresalían algunos autores que adquirían la importancia de guías intelectuales o de maestros. Uno de ellos, especialmente importante, fue el polígrafo argentino, José Ingenieros. Al lado de otras figuras prominentes como Rubén Darío, José Enrique Rodó o José Vasconcelos, por ejemplo, Ingenieros fue capaz de influir en pensadores sociales de toda América Latina. Al interior de este marco, deseo ofrecer una lectura de la influencia que alcanzó Ingenieros en los intelectuales peruanos sosteniendo que marcó su presencia tanto en la generación del Novecientos (compuesta por José de la Riva Agüero, los hermanos Francisco y Ventura García Calderón, Víctor Andrés Belaunde, entre otros) como en la llamada generación del Centenario de la Independencia (a la que pertenecieron, principalmente, José Carlos Mariátegui, Víctor Raúl Haya de la Torre, Manuel Seoane, Eudocio Ravines,
entre muchos más), muy imbuida del espíritu de la Reforma Universitaria de Córdoba. Es decir, la figura de Ingenieros fue una especie de puente entre ambas generaciones, aunque sería más justo afirmar que se trataba de un puente inclinado, pues sus ideas estarían más cercanas a la generación radical que a la generación espiritualista, como después podremos ver.