Resumen
Las historias del activismo gltb que más circulan en Argentina, las que se plasman en libros, documentales, en el relato folklórico que pasa de boca en boca entre activistas y en el relato popular que recibe la sociedad en general, así como buena parte de los estudios académicos, se escriben principalmente en clave gay.[1] Hay casi una épica gay, favorecida por el tipo de activismo, los modos, las formas de organización, las demandas, las interlocuciones, las marcas biográficas y los espacios de inscripción de los militantes gays. La militancia de las lesbianas, de las travestis, de los hombres trans, de las mujeres trans y de lxs bisexuales tiene algunos puntos compartidos y otros de notoria divergencia. Hay otra historia, debajo, en paralelo y entrelazada con la épica, que es necesario preservar para comprender realmente el desarrollo del movimiento gltb argentino en toda su creatividad, valor y riqueza. El documento que presentamos en esta sección, un volante repartido por Elena Napolitano, ilustra muy bien esa trama militante donde los hilos se trenzan unas veces y se separan otras.