Federico Brugaletta, “Julio Barreiro: trayectoria intelectual del editor protestante de Paulo Freire”,
en Políticas de la Memoria, nº22, Buenos Aires, 2022, pp. 114-125 . DOI: https://doi.org/10.47195/22.749. [Artículo evaluado por pares]
I. La construcción del vínculo entre editor y autor: Julio Barreiro y Paulo Freire
II. Protestantismo y formación editorial
III. Un intelectual protestante en el mundo secular
IV. Edición y producción intelectual entre las dictaduras y la reapertura democrática
* Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de La Plata y CONICET.
En mayo de 1968 una delegación de metodistas uruguayos pertenecientes al agrupamiento Iglesia y Sociedad en América Latina (en adelante, ISAL) se dirigió a Santiago de Chile para participar de un curso sobre alfabetización de adultos coordinado por Paulo Freire.1 Julio Barreiro (1922-2005) fue uno de los integrantes de dicha comitiva de protestantes uruguayos. De vasta trayectoria como editor de revistas evangélicas desde su juventud, entre 1965 y 1980 dirigió Cristianismo y Sociedad, principal publicación periódica de ISAL. El encuentro con el pedagogo brasileño significó el inicio de un vínculo editorial que contribuyó significativamente a la circulación de la pedagogía freireana a escala transnacional. A partir de un nuevo sello editorial denominado Tierra Nueva, Barreiro se consagró como el principal editor de los libros de Paulo Freire en castellano hasta fines de la década del ochenta. ¿Por qué un intelectual protestante propició la difusión de la pedagogía freireana desde el Río de la Plata? ¿Cuáles fueron los itinerarios religiosos y académicos que lo forjaron como editor? ¿De qué modo vinculó la política, la educación y la edición en los distintos escenarios sociohistóricos que transitó?
El objetivo de este artículo es describir y analizar la trayectoria de Julio Barreiro en un esfuerzo por identificar su itinerario de formación, las redes confesionales y académicas en las que se inscribió y las coyunturas políticas que fueron delimitando su perfil como editor-intelectual. Los estudios del libro y la edición han contribuido a valorar a los editores como agentes fundamentales de un circuito de comunicación que conecta los textos de los autores con la comunidad de lectores.2 Los editores han sido reconocidos como artífices fundamentales de los libros en tanto objetos producidos por ellos y derivados de su capacidad de combinar el mundo de la cultura con el mundo del mercado.3 De este modo, frente a tradicionales perspectivas de la historia intelectual que tendían a invisibilizar a los editores frente a la figura de los autores, los nuevos enfoques han destacado la edición como una práctica intelectual decisiva para comprender la circulación de ideas en la historia moderna.4 Asimismo, a través de la trayectoria intelectual de Julio Barreiro es posible analizar otros ejes de interés para problematizar en el campo de la historia del libro y la edición: las relaciones entre mundo religioso y el mundo secular en la conformación de nuevas agendas de pensamiento, la conexión de sujetos y saberes a escala regional en la historia reciente de América Latina, así como las tácticas de resistencia ante el avance de los autoritarismos.
En este sentido, este artículo avanza sobre terrenos poco explorados en investigaciones previas, a saber, parte de la constatación de la importante labor editorial de Julio Barreiro en relación con la difusión de la pedagogía freireana en la historia reciente para iluminar otras áreas de su acción cultural en tanto intelectual como la producción literaria, la ensayística política, la exégesis bíblica y la enseñanza universitaria. Autor, editor, profesor, polemista religioso y militante político; todas estas aristas conviven en una misma trayectoria que lo tornan particular, pero también lo asientan en tradiciones intelectuales históricas y experiencias colectivas. En particular, entendemos que la trayectoria de Julio Barreiro se inscribe dentro de un tipo específico de intelectual propio de la tradición confesional protestante en la que se combinan a la vez el interés por la política, la educación y la edición.5
El corpus empírico de este artículo está compuesto principalmente por documentación consultada en el archivo personal de Julio Barreiro en la ciudad de Montevideo. Además de correspondencia y manuscritos de su archivo privado, se analizan textos de Barreiro publicados en revistas y libros. Asimismo, se complementa la información con documentos de archivos procedente de organismos de inteligencia del Estado uruguayo y con entrevistas realizadas a colegas y familiares del editor. La combinación de estas fuentes permite la reconstrucción de la trayectoria de Julio Barreiro en el marco de procesos sociales, políticos y culturales de largo alcance, procurando restituir dinámicas más amplias presentes en su individualidad.
El artículo está organizado en cuatro apartados. En el primero se caracteriza el vínculo entre Paulo Freire en tanto autor y Julio Barreiro en tanto editor entre los años 1968 y 1988. En segundo lugar, se describen los años de formación de Barreiro en ámbitos religiosos y académicos. En tercer lugar, se analiza la participación política y producción intelectual del editor protestante en tiempos de radicalización de las izquierdas uruguayas a inicios de los años setenta. Finalmente, se explican las tácticas de edición en tiempos de las últimas dictaduras en Uruguay y Argentina, así como también los procesos de retorno del exilio y reapertura democrática a inicios de los años ochenta.
I. La construcción del vínculo entre editor y autor:
Julio Barreiro y Paulo Freire
Como se anticipó en la introducción, Paulo Freire y Julio Barreiro se conocieron por primera vez en mayo de 1968 en el marco de una capacitación sobre alfabetización de adultos en Santiago de Chile. El encuentro titulado “seminario de capacitación para la concientización” fue organizado conjuntamente por ISAL, el Movimiento Estudiantil Cristiano (MEC) y el Instituto de Capacitación e Investigación para la Reforma Agraria (ICIRA). Como ha planteado Marcela Gajardo, entre 1965 y 1969 Paulo Freire se desempeñó como asesor de la UNESCO, primero en el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) a cargo de Jacques Chonchol y luego en ICIRA.6 Ambos organismos del Estado chileno estaban dirigidos por los sectores más radicalizados de la democracia cristiana, sectores que en 1969 decidieron tomar distancia del gobierno de Frei Montalva y contribuir a la conformación de la Unidad Popular que llevó Salvador Allende a la presidencia en 1970.
En el marco de la capacitación en la capital chilena, los integrantes de ISAL le presentaron al pedagogo brasileño un “Proyecto-Piloto” para realizar la “aplicación del método Freire” en una barriada de Montevideo.7 Durante los siguientes meses de 1968 los protestantes uruguayos desarrollaron un “círculo de cultura” junto a un grupo de mujeres tejedoras de un barrio popular de Montevideo. Las reflexiones de esta experiencia y las propias voces de estas mujeres fueron recopiladas en un pequeño libro titulado Se vive como se puede editado por primera vez como parte de la colección Libros Populares de la editorial Alfa, en diciembre de 1968.8
Unos meses antes, en septiembre de 1968, bajo el título de Contribución al proceso de concientización en América Latina, Julio Barreiro editaba también en Montevideo un suplemento especial de la revista Cristianismo y Sociedad en el que compilaba una serie de textos escritos por Paulo Freire, Raúl Velozo Farías, José Luis Fiori y Ernani María Fiori, que habían formado parte de la capacitación brindada en Santiago de Chile. Los textos eran presentados como materiales “imprescindibles para todos aquellos que deseen aplicar el método del Prof. Paulo Freire en el proceso de concientización del pueblo latinoamericano”.9
Un año más tarde, en el n° 21 de la revista Cristianismo y Sociedad, aparecía por primera vez una publicidad de la editorial Tierra Nueva ofreciendo el libro de Paulo Freire La educación como práctica de la libertad anunciando su venta a los lectores montevideanos desde noviembre de 1969.10 El título en cuestión es presentado como la “concepción revolucionaria de la alfabetización”, como “un libro distinto y de total actualidad”. Según planteaba la publicidad, con el “método Paulo Freire” se buscaba provocar en el analfabeto “un desarrollo de su conciencia política con vistas a su participación en el proceso de liberación nacional”.11
Efectivamente, Tierra Nueva había sido fundada por Julio Barreiro a fines de 1969 como continuidad del trabajo editorial que venía desplegando como Secretario de Publicaciones de ISAL. Barreiro contaba con el apoyo del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) con sede en Ginebra (Suiza) para el sostenimiento financiero de la iniciativa editorial. El proyecto de Tierra Nueva no resultaba del todo novedoso ya que se emparentaba con otras experiencias previas del continente como editorial Paz e Terra de Brasil que buscaban trascender el ámbito confesional y apostaban a competir en el mercado del libro secular. Al igual que la editorial brasileña, el sello montevideano apostaba a la intersección de dos mundos al ofrecer a lectores evangélicos libros que reflejasen la nueva hora revolucionara al tiempo que ofrecía a lectores progresistas libros sobre cristianismo en clave revolucionaria.
La historia de la editorial puede dividirse en dos etapas: una primera delimitada entre 1969 y 1973 que se desarrolló en Montevideo; y una segunda, entre 1974 y 1985, que se desenvolvió desde la ciudad de Buenos Aires producto del exilio político del editor. A lo largo de todo este tiempo, Tierra Nueva publicó más de 70 títulos originales y configuró 8 de colecciones: Biblioteca Popular (1969-1973), Biblioteca Mayor (1970-1972), Colección Literatura Diferente (1970), Biblioteca de Literatura Popular (1972), Biblioteca Iglesia y Sociedad (1972-1973), Biblioteca Científica (1972-1975), Colección Proceso (1974-1978), Colección “Jesús de Nazaret” (1977-1982).
Entre 1969 y 1982, Julio Barreiro configuró un catálogo en donde combinó títulos sobre teología, estudios sociales de América Latina y pedagogía en diálogo con las izquierdas intelectuales del continente. La oferta del sello editorial contaba con la presencia de autores pertenecientes al mundo religioso como pastores y teólogos —mayormente protestantes—, pero también con figuras del mundo secular. El diálogo entre fe y política era el común denominador, y la perspectiva latinoamericanista su característica más resonante. Un folleto institucional de 1972 describía el proyecto editorial de la siguiente manera:
TIERRA NUEVA tiene el propósito de difundir nuevos autores y títulos comprometiéndose con la realidad para contribuir al proceso de liberación del hombre latinoamericano. Un testimonio de lo que está sucediendo en el mundo moderno, para identificarse con aquellos que sufren la opresión. La Librería ofrece a través de un servicio ecuménico, la posibilidad de que la literatura llegue a manos de todos aquellos interesados en la realidad que estamos viviendo.12
Los títulos asociados a la pedagogía de Paulo Freire tuvieron un lugar destacado dentro del catálogo de Tierra Nueva. Constituyeron el mayor éxito comercial de la editorial en toda su historia superando algunos de sus títulos más de 25 rediciones a lo largo de la vida editorial.13 Julio Barreiro se jactaba de poseer los derechos exclusivos para editar los textos del pedagogo brasileño en castellano. De hecho, los primeros tres títulos de la editorial publicados en 1969 estaban asociados a la pedagogía freireana: Conciencia y Revolución, Se vive como se puede y La educación como práctica de la libertad.14 Luego vinieron dos títulos más del autor publicados en Montevideo: la primera edición de Pedagogía del Oprimido en el año 1970 y ¿Extensión o comunicación? La concientización en el medio rural publicado por segunda vez en español en 1973.15 En Buenos Aires, fueron editados un ejemplar de la revista Fichas Latinoamericanas exclusivamente dedicado a Paulo Freire; y los libros Educación para el cambio social en 1974 y Acción cultural para la libertad en 1975.16 También cabe mencionar Cartas a Guinea-Bissau. Apuntes de una experiencia pedagógica en proceso de 1977 que, si bien la edición estuvo a cargo de Julio Barreiro, fue publicado en México por Siglo Veintiuno debido a las dificultades asociadas al control ideológico por parte de la dictadura argentina.17
Fue tal el éxito comercial de los libros de Paulo Freire publicados por Tierra Nueva que supuso un problema logístico de distribución para responder a la demanda creciente y la competencia de ediciones piratas en la plaza de Buenos Aires. Este fue uno de los motivos principales que llevaron a Julio Barreiro a establecer una alianza de co-edición con Arnaldo Orfila Reynal de Siglo Veintiuno. La editorial mexicana ya contaba con una sucursal en Buenos Aires desde el año 1971.18 Esta alianza le permitió sortear los problemas de distribución y traspasar rápidamente las fronteras del mercado evangélico y montevideano. Un mercado de lectores mucho más amplio del que inicialmente alcanzaba Tierra Nueva a través de su red de distribución ecuménica: lectores y lectoras asociadas a las militancias políticas de izquierda, a las universidades, a la formación docente, al campo intelectual progresista más amplio en América Latina. De este modo, la alianza de co-edición con Siglo Ventiuno constituyó un medio fundamental para la circulación transnacional de la pedagogía freireana en el mercado del libro hispanoamericano.19
Las dictaduras en Uruguay en 1973 y luego en Argentina en 1976, fueron cercenando progresivamente este momento de expansión de la edición de la pedagogía freireana en castellano. Con el golpe militar en Uruguay Julio Barreiro debió cerrar la librería en Montevideo y trasladar Tierra Nueva a Buenos Aires. Por su parte, la dictadura argentina no significó la clausura de la editorial como había sucedido para el caso de la filial de Siglo XXI, pero sí prohibió la publicación de los libros de Paulo Freire en Buenos Aires. Barreiro logró de todos modos mantener la exclusividad de los derechos de autor del pedagogo brasileño en castellano y editar sus libros a través de Siglo XXI en México a pesar de la persecución y la censura. La editorial Tierra Nueva dejó de funcionar en 1984, pero Barreiro siguió oficiando como agente editorial de Freire en castellano hasta el año 1988 cuando el pedagogo brasileño establece un contrato directo con Siglo XXI.
Los estudios del libro y la edición invitan a desplazar la mirada centrada en el autor para visibilizar de este modo otros agentes como los editores en el proceso de difusión material de las ideas. Como se ha demostrado, Paulo Freire ocupó un lugar destacado en el catálogo de la editorial Tierra Nueva emprendida por Julio Barreiro. Del mismo modo, Julio Barreiro jugó un rol relevante en la circulación transnacional de la obra del pernambucano en el mercado del libro hispanoamericano a través de este sello editorial protestante y de izquierda. Partiendo entonces de constatar la importancia de Barreiro en la edición de Freire, interesa ahora centrarnos en la historia del propio editor para conocer cuáles fueron los itinerarios religiosos y académicos que lo forjaron en el mundo del libro.
II. Protestantismo y formación editorial
Julio Barreiro nació el 21 de abril de 1922 en el barrio La Aguada, Montevideo, en una familia de inmigrantes españoles, de origen obrero y católico. Allí las primeras amistades, los partidos de fútbol y el deambular por las calles del barrio oficiaron de espacios de formación junto a la escolarización primaria ya extendida en el Uruguay desde inicios del siglo XX. Sin embargo, a sus doce años no pudo continuar estudiando debido a la necesidad de contribuir a la economía familiar.20
En esa sociabilidad callejera del barrio La Aguada se gestó su primer contacto con la Iglesia Metodista de Montevideo. Juanita Cavallero, una joven metodista del barrio, había logrado convencer a un grupo de niños dentro del que se encontraba Julio de no apedrear los ventanales del templo ubicado en la calle Lima a cambio de unas monedas y de asistir a los encuentros dominicales.21 En dicho templo se forjó la conversión al protestantismo de Julio Barreiro bajo la referencia del pastor metodista catalán Alfredo J. Capó (1908-1942) exiliado en Montevideo tras el avance franquista sobre Barcelona en 1939.22 Tanto el pastor Capó como la propia Juanita fueron figuras significativas en la vida de Julio Barreiro ya que propiciaron su ingreso a una red de militancia religiosa y de formación intelectual. Así reconstruía el propio Julio Barreiro sus primeros años de vida, en un “autorreportaje” escrito en 1950:
Nací en Montevideo el 21 de abril de 1922. Me crié en un hogar humilde, de trabajadores. Mis padres son españoles. Cuando dejé la escuela, comencé a trabajar. Tenía 12 años de edad. Y a la edad de 18 años, siguiendo los consejos recibidos de quién fue mi maestro de juventud [Alfredo Capó], inicié mis estudios secundarios […] Ya en esa edad sentí una honda inclinación hacia las letras. Siento que mi vocación es la de escritor, si bien podría llamar mis inclinaciones por los estudios jurídicos, una vocación secundaria. Y, en el plano de la vocación, debo decir también que me atrae profundamente la enseñanza.23
Como él mismo lo afirmaba, gracias al influjo de su “maestro de juventud” a los dieciocho años comenzó los estudios secundarios en un Liceo Nocturno al tiempo que continuaba trabajando. Por otra parte, su “inclinación hacia las letras” se expresó tempranamente con una importante producción de literatura infantil editadas de forma personal. Su primer cuento para niños titulado Horas Azules fue publicado en 1945 y un primer ensayo de autor llamado El polvo de los caminos en 1946, luego se publicaron Horas Rosadas, Horas Blancas y Las aventuras de Juan Platita.24
Al tiempo que desarrollaba sus primeras producciones literarias, Julio Barreiro se destacaba como un importante referente evangélico siendo presidente de la Federación Juvenil Evangélica del Uruguay desde mediados de la década del cuarenta.25 A la edad de veinticinco años finalizó sus estudios secundarios e ingresó luego, en 1947, a la Facultad de Derecho de la Universidad de la República, aunque los estudios jurídicos fueron, según él mismo indicaba, una “vocación secundaria”.
En 1948, Julio Barreiro fue designado delegado por la juventud evangélica del Río de La Plata para participar de la primera asamblea en la ciudad de Ámsterdam (Holanda) en la cual se constituyó el Consejo Mundial de Iglesias. Fue su primer viaje a Europa y tuvo oportunidad de visitar Portugal, Francia, Inglaterra, Holanda, Suiza e Italia.26 En el n° 5 del periódico de la Federación Juvenil Evangélica de agosto de 1948 se celebraba con el título principal de la tapa la noticia del viaje: “¡Julio A. Barreiro a Amsterdam!”, y se destacaba la importancia histórica de un evento que significaba la unión de los cristianos evangélicos de todos los continentes tras la cruenta experiencia de la guerra mundial. Los redactores elogiaban a Julio como ejemplo de la juventud evangélica rioplatense y como el mejor nexo con un viejo continente desmoralizado:
Quienes le conocemos de cerca, quienes sentimos el fruto grande de su múltiple actividad, más ahora: cuando hacen falta muchos, para llenar los huecos que él ha dejado temporalmente, sabemos que Julio el Predicador del Evangelio, Julio el escritor, Julio el líder, Julio el guía, Julio el amigo de gran valor, Julio el esposo, el hombre, el amigo leal de Cristo, el hijo de Dios, ha de volcar estas múltiples facetas, acabada expresión de lo que puede hacer Cristo de una vida consagrada, allá en el viejo mundo, para ser luz y genio creador donde quiera que actúa.27
Más allá del tono panegírico de la redacción, la nota subraya la relevancia que tuvo Julio Barreiro en las organizaciones juveniles del protestantismo uruguayo, pero también cómo desde allí comenzó a constituirse en una figura conectada a una red transnacional de militancia religiosa. Red que forjó con su participación en los encuentros organizados por el CMI, pero también desde su práctica como editor y director de publicaciones periódicas protestantes como la revista infantil Arco Iris (entre los años 1948 y 1962), el periódico La Idea (entre los años 1950 y 1957) y la revista Cristianismo y Sociedad (entre los años 1965-1980).
La primera experiencia de Julio Barreiro en la actividad editorial protestante se inició como director de Arco Iris, una “revista para niños evangélicos de toda América Latina”. La revista comenzó a publicarse a partir de abril de 1948 y mantuvo su edición durante 14 años hasta fines de 1962. Producida desde Montevideo tenía, sin embargo, un alcance regional; su primer número de presentación ya podía conseguirse en más de ocho países a través de una red de librerías evangélicas de todo el continente.28 Las secciones de la revista estaban constituidas por cuentos, poemas, actividades lúdicas que se ofrecían como “pasatiempo” para que los niños pudieran jugar y colorear. Asimismo, contaba con una sección dedicada a “conocer la Biblia”, otra sección donde se describía cada país de América Latina y un cierre dedicado al “Club del Arco Iris” reservado a las cartas de los niños y niñas evangélicos lectores de la publicación. El personaje principal de la revista era una creación del propio Julio Barreiro, un enanito bondadoso que respondía cada una de las cartas enviadas por los niños lectores desde muy diversos países de América Latina.
En 1950, Julio Barreiro fue designado también como director del periódico protestante La Idea, una publicación periódica de suma importancia en el metodismo uruguayo con más de 37 años de existencia. Creado en 1917, La Idea fue el primer órgano oficial de la Federación Juvenil Evangélica. Hasta 1950 habían sido publicados más de 350 números que se interrumpieron tras una crisis interna ocurrida entre 1945 y 1950. Ese mismo año, luego del V Congreso Rioplatense de la Juventud Evangélica, se retoma la publicación para continuar “la lucha por el evangelio de Cristo a través de la palabra escrita”.29 En las páginas de este periódico se reflejaron los posicionamientos públicos de la juventud protestante ante diferentes situaciones políticas, así como noticias de las distintas “ligas juveniles” que componían la federación. Por su carácter de posicionamiento público, se emparentaba a otras publicaciones periódicas del protestantismo en el Río de la Plata como El Estandarte Evangélico, editado por los metodistas de Buenos Aires entre los años 1892 y 1971.
Paralelamente a esta labor editorial, desde 1951 Julio Barreiro se desempeñó como docente de secundario en el Instituto Crandon de Montevideo (institución educativa asociada a la comunidad metodista). Allí dictó materias tales como Historia Universal, Literatura Universal e Hispanoamericana y Filosofía hasta el año 1966. Por otra parte, durante la década del cincuenta e inicios de los sesenta continuó su producción literaria infantil, a la que además sumó obras teatrales y radioteatro: Pantalones cortos (cuento infantil, 1953), Un árbol cualquiera (cuento infantil, 1956), Confusión (obra de teatro, 1958), Con la misma vara (cuento infantil, 1958), El cordero y las estrellas (cuento infantil, 1962).30
En 1963 se recibió de Doctor en Derecho y Ciencias Sociales, pero no ejerció la profesión de abogado salvo en muy puntuales ocasiones. Luego de obtener el título universitario, Julio Barreiro se trasladó en barco con su familia a París para realizar estudios de posgrado gracias a un financiamiento de una beca del CMI. La estancia de formación duró desde noviembre de 1964 a enero de 1966 donde desarrolló una investigación sobre las relaciones entre marxismo y cristianismo. En la Facultad Libre de Teología Protestante de París participó de seminarios con André Dumas y Paul Ricoeur; mientras que en La Sorbona asistió a clases sobre ciencia política con Raymond Aron y Maurice Duverger. El resultado de la investigación fue una tesis sobre la noción de justicia en la obra de Karl Marx bajo la tutela del jesuita experto en marxismo Jean-Yves Calvez que fue editada como libro en 1968.31
El viaje a París puede considerarse un punto de inflexión en la trayectoria intelectual de Julio Barreiro. Posiblemente haya sido su primer contacto sistemático con el pensamiento marxista, así como también con los estudios asociados a la ciencia política. A su regreso a Montevideo, esto se vio expresado en nuevos escenarios de participación: la organización política-religiosa de ISAL y la docencia universitaria que serán plataforma para su acción política y editorial posterior. Además, fue incorporado como miembro de la junta de la Iglesia Metodista Central presidida por el pastor Emilio Castro. Asimismo, en 1967 se integró al grupo de ISAL como secretario de redacción de la revista Cristianismo y Sociedad, encargándose también del Departamento de Publicaciones de la organización.32
Como se analizó en este apartado, Julio Barreiro se forjó como editor dentro del mundo del libro y las revistas protestantes. Tanto su afición por la escritura de literatura y el teatro infantil como su rol como director de importantes revistas evangélicas dan cuenta de un proceso de formación que distó mucho de concentrarse en el desarrollo en una vida de profesional liberal asociada al ejercicio de la abogacía. Desde su rol como editor se relacionó con un mundo que atravesaba fronteras nacionales dentro y fuera de América Latina. En esas conexiones también se desplegaron relaciones entre el mundo religioso y el mundo secular para la conformación de nuevas agendas de pensamiento. Por ejemplo, la experiencia formativa en la Facultad de Teología de París le permitió a Barreiro conocer las discusiones entre cristianismo y marxismo que se habían desplegado durante la posguerra europea. Ese conjunto de reflexiones ocupó luego en Tierra Nueva un lugar destacado propiciando la conformación de una corriente teórica novedosa y autóctona como fue la teología de la liberación.33
En el siguiente apartado interesa caracterizar la participación política y producción intelectual de este particular editor protestante en tiempos de radicalización de las izquierdas uruguayas. En especial, hacer hincapié en la constitución de Julio Barreiro como intelectual público más allá de las publicaciones confesionales, participando en la arena política secular en el período comprendido entre 1968 y 1973.
III. Un intelectual protestante en el mundo secular
Desde su regreso a Montevideo en 1966, Julio Barreiro emprendió una serie de proyectos políticos y profesionales inscriptos en la dinámica de radicalización de las izquierdas, entre los que se encontraban la creación de la editorial Tierra Nueva en el marco de la red confesional protestante, su incorporación como docente en la Universidad de la República y su participación como intelectual en la prensa local en el debate en torno a la creación de un frente de unidad de las izquierdas. Todas estas aristas permiten inscribirlo como una figura intelectual propia de la tradición protestante en la medida que se combinan al mismo tiempo el interés por la política, la educación y la edición. Desde el siglo XVI a partir del movimiento encabezado por Martín Lutero, intelectuales y asociaciones protestantes desplegaron una acción constante de apoyo a la conformación de regímenes políticos, la expansión de la escolarización pública y el ejercicio de la libertad de prensa y religiosa a través de la edición.34 La característica singular de Barreiro en todo caso fue la de constituirse parte de esta tradición desde la especificidad del momento histórico de consolidación de un protestantismo latinoamericano de izquierdas.35
En 1969 comenzó su carrera como docente universitario. Fue designado docente adscripto en la cátedra de Ciencia Política dirigida por el Dr. Carlos Real de Azúa en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de la República.36 Asimismo, inició su participación en la vida política universitaria siendo miembro del Consejo de la Facultad de Derechos y Ciencias Sociales por el Orden Docente entre 1969 y 1971. Fue elegido presidente de la Asamblea General del Claustro por votación unánime de los tres claustros. En el año 1971, Barreiro inauguró junto a Carlos Benvenuto, Roque Faraone y Carlos Mato la cátedra de Historia de las Ideas en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales con el rango de profesor adjunto. Cargo similar al que accedió en dicho año en la cátedra de Ciencia Política de la misma facultad. Dentro de la universidad, Julio Barreiro fue un actor destacado dentro de la vida política de la Universidad de la República en un período distintivo demarcado por la rectoría de Oscar Maggiolo.37
En el campo de la Ciencia Política, recién retornado de Francia, desarrolló una investigación sobre las relaciones entre las ideologías y los cambios sociales que resultó ganadora del premio Alfa de 1966 que derivó en la publicación de un libro homónimo.38 En el marco de sus actividades docentes en las cátedras de la UDELAR desarrolló investigaciones que derivaron en distintos tipos de publicaciones. En Historia de las Ideas desarrolló durante el año 1970 y 1971 fichas para la enseñanza sobre el pensamiento de Maquiavelo, Lutero y Calvino, pero también de las relaciones entre cristianismo y marxismo.39 En el año 1968 llevó adelante una investigación sobre las causas y proyecciones de la rebelión juvenil del mismo año que derivó en la publicación del libro Violencia y política en América Latina editado en Francia por Du Cerf y en México por Siglo Veintiuno.40
Además de su actuación en el plano universitario, desde mediados de 1970, Barreiro comenzó a participar como colaborador del semanario Marcha (1939-1974) bajo la dirección del Dr. Carlos Quijano. Como señala Cristiano Pinheiro de Paula Couto, Marcha era un semanario político y cultural que albergaba un amplio espectro de expresiones de izquierdas.41 Entre otros colaboradores de Marcha de aquella etapa se encontraban: Paulo Schilling —exiliado brasilero y autor de varios libros de Tierra Nueva— y Héctor Borrat —vinculado al catolicismo progresista uruguayo y a la revista Víspera—, además de escritores como Mario Benedetti y Eduardo Galeano; políticos como Zelmar Michelini, sindicalistas como Héctor Rodríguez, educadores como Julio Castro, y Gregorio Selser como analista especializado en política argentina. En suma, Marcha representaba un espacio de sociabilidad de sectores progresistas que se conformaba tanto entre sus lectores como también entre los miembros del equipo de redacción conducido por Quijano.
En el plano político, testimonios de familiares y amigos de Julio Barreiro coinciden en ubicarlo políticamente como una persona afín al Partido Socialista, aunque sin haber estado afiliado orgánicamente a dicho partido.42 Fundamentalmente lo ubican dentro del Movimiento 26 de Marzo como parte de un grupo de intelectuales y universitarios que buscaban tender puentes con el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros. Asimismo, durante la conformación del Frente Amplio en 1971, Barreiro formó parte de un grupo de asesores del General Seregni y tuvo propuestas concretas de postularse a cargos legislativos en dicha experiencia electoral.
El año 1971 estuvo signado por un escenario electoral novedoso para el Uruguay con la aparición del Frente Amplio como tercer partido competitivo en la contienda. La actividad de Barreiro en la prensa enfatizó la novedad de esta experiencia de unidad de las izquierdas uruguayas a la vez que denunció el fuerte autoritarismo del gobierno de Pacheco Areco. Barreiro reforzaba la importancia de los sectores independientes en el direccionamiento del Frente Amplio como movimiento de base y no como experiencia reformista de las cúpulas de partidos tradicionales.43 Unos meses más tarde denunciaba el clima de violencia provocado por el gobierno de Pacheco Areco durante la campaña electoral: a los arrestos ilegales, detenciones arbitrarias, demoras, internamientos en unidades militares o policiales ahora se le sumaban acciones directas de terror perpetradas por grupos para-policiales con atentados a los domicilios provistos de ametralladoras y explosivos para amedrentar opositores.44 Finalmente, el resultado electoral no permitió la enmienda constitucional para la relección de Pacheco Areco pero sí su reemplazo por una fórmula oficialista.
Durante 1972, lejos de disminuir, el clima de violencia se acrecentó. Julio Barreiro y la editorial Tierra Nueva fueron protagonistas secundarios de uno de los acontecimientos más intensos de dicho período. Durante la mañana del día 12 de abril de 1972, mientras Eduardo Barreiro —hijo del editor— abría las persianas de la librería ubicada al lado de la Iglesia Metodista Central de Montevideo, combatientes del MLN-T hicieron su ingreso al fondo del edificio. Desde allí, ese mismo día, perpetraron el asesinato de Armando Acosta y Lara (acusado de ser el jefe grupos para-policiales).
La consecuencia de dicho acontecimiento fue una reacción inmediata de las fuerzas armadas que ingresaron a las casas operativas del MLN-T y desbarataron gran parte de la estructura militar de la organización. Tanto el Pastor Emilio Castro, como Julio de Santa Ana y Julio Barreiro fueron sospechados por el gobierno de haber colaborado con el MNL-T en dicha operación. Julio de Santa Ana sufrió un atentado en su casa días posteriores y Julio Barreiro fue buscado por la policía, pero al encontrarse de viaje llevaron detenido a su hijo Eduardo. A partir de este acontecimiento, se acrecentó el clima de persecución sobre Julio Barreiro siendo detenido en distintas oportunidades lo que precipitó luego su exilio a Buenos Aires a inicios del año 1974.
En el apartado final se explican las formas de supervivencia de Julio Barreiro —y su proyecto editorial— en tiempos de las últimas dictaduras en Uruguay y Argentina, así como también los procesos de retorno del exilio y reapertura democrática a inicios de los años ochenta.
IV. Edición y producción intelectual entre las dictaduras y la reapertura democrática
El exilio político de Julio Barreiro se inscribe en un movimiento migratorio general de Uruguay hacia Argentina que fue acrecentado por efecto de la estrategia represiva encabezada por los gobiernos uruguayos desde 1968.45 En junio de 1973, con la intervención de la UDELAR, Barreiro fue desplazado de sus cargos universitarios. Asimismo, la dictadura dispuso el cierre de la librería y editorial Tierra Nueva. Finalmente, en noviembre de 1973, tras haber sido encarcelado durante más de quince días, sin trabajo y víctima de una persecución en crecimiento, decidió exiliarse en Buenos Aires a pesar de haber recibido ofertas de trasladarse a Ginebra a trabajar en el CMI.
Julio Barreiro llegó a Buenos Aires a inicios de 1974 en un escenario favorable a la migración limítrofe y con garantías para perseguidos políticos. En ese momento aún no se mensuraba el carácter y la extensión que iban a adquirir las dictaduras del Cono Sur por lo que la idea de un “pronto retorno” estaba en el horizonte de muchos militantes y exiliados como Barreiro. Una vez llegado a Buenos Aires, logró instalar las oficinas de Tierra Nueva y consiguió trabajo en la Universidad del Salvador donde dictó programas de ciencia política y seminarios para docentes sobre el método de Paulo Freire.46
Ese mismo año, salió publicado por Siglo Veintiuno el libro Educación popular y proceso de concientización bajo la autoría de Julio Barreiro.47 Se trataba de un trabajo de sistematización de prácticas de educación popular realizadas en grupos de base en varios países de América del Sur. En el prólogo, Barreiro insistía en remarcar que el libro no era producto de una autoría individual: “debemos declarar que estas páginas no nos pertenecen, tanto a quienes cumplimos con la modesta labor de darles forma y estructura literaria, como a quienes de manera más o menos intensa colaboramos en alguna experiencia de educación popular”. Y agregaba sobre el final de la presentación: “Por último, pocas palabras más sobre los verdaderos autores de este libro. Fuimos todos, de una manera o de otra, en mayor o menor grado, integrantes de Grupos de Base de Educación Popular, que trabajamos […] en cinco países de América del Sur”.48 El esfuerzo de explicitar esto tenía su razón: efectivamente el libro no era producto de Barreiro sino de Carlos Rodriguez Brandão, uno de los principales sistematizadores de la pedagogía de Freire en Brasil, quien trabajó para ISAL desarrollando programas de educación popular en todo el continente. Dado que era un autor perseguido en Brasil, decidieron en un encuentro en Montevideo editar el libro con autoría de Barreiro como modo de protección. Los servicios de inteligencia brasileños estaban muy atentos a las publicaciones de nacionales en el exterior y Brandão continuaba su actividad militante encubierta bajo la figura de “formación pastoral”.49
Por otra parte, la trama detrás de la historia de este libro da cuenta también de un elemento muy importante de la época asociado a la circulación de sujetos, ideas y prácticas de militancia a escala regional. Como plantea Aldo Marchessi, durante la década de sesenta se conformó una cultura política de izquierda que estaba constituida por redes de activistas y organizaciones políticas de escala continental que solo comenzó a ser restringida a partir de los golpes de Estado de Chile y Uruguay en 1973.50 Como se ha analizado apartados anteriores, las conexiones transnacionales de Barreiro fueron primeramente religiosas con referencias europeas desde 1948, pero a partir de mediados de la década del sesenta sus circuitos de intercambio se apoyaron fuertemente en puntos latinoamericanos asociadas a experiencias no solo confesionales como lo fue el primer contacto de Freire en Chile en 1968.
Buenos Aires en 1974 seguía siendo un punto de intercambio de muchos exiliados chilenos y uruguayos que encontraban en la plaza porteña un lugar para establecer la “retaguardia” de la resistencia a los golpes en sus propios países. Sin embargo, hacia el año 1975 este clima comenzó a mostrar signos de agotamiento ante al avance la represión por parte del Estado argentino y grupos paramilitares.51 La instauración de la dictadura en 1976 no significó la clausura de la editorial Tierra Nueva como había sucedido para el caso de la filial de Siglo Veintiuno, pero sí implicó la imposibilidad de publicar los libros de Paulo Freire en Buenos Aires que significaban su mayor éxito comercial.52 Barreiro logró de todos modos mantener la exclusividad de los derechos de autor del pedagogo brasileño en castellano y seguir editando los libros del pedagogo brasileño a través de Siglo Veintiuno en México. Esta fue su principal táctica de resistencia editorial en dictadura: impedido de imprimir en la plaza porteña, Barreiro evitó la censura, realizando la producción editorial de los textos de Freire en Buenos Aires, pero imprimiéndolos en México. A tal punto fue exitosa esta práctica que finalizadas las dictaduras en el Cono Sur y cerrada la editorial Tierra Nueva en 1984, Barreiro siguió oficiando como agente editorial de Freire en castellano hasta el año 1988 cuando el pedagogo brasileño estableció un contrato de edición directo con Arnaldo Orfila Reynal de Siglo Veintiuno.
De todos modos, la represión no fue inadvertida para Barreiro. Cuando sucedieron los asesinatos de Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, dos importantes referentes políticos uruguayos exiliados en Buenos Aires, el propio CMI le ofreció nuevamente radicarse en Ginebra porque consideraban que el editor uruguayo podía ser víctima de la represión. Sin embargo, Julio Barreiro decidió permanecer por segunda vez en la capital argentina hasta el año 1980. Recién en dicho año aceptó radicarse en la capital helvética tras dos acontecimientos que alertaron a la comunidad protestante internacional: la prohibición por parte de la dictadura de la publicación de la revista Cristianismo y Sociedad que aún publicaba Tierra Nueva y el incendio intencional de la Biblioteca de Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos (ISEDET) en el barrio de Flores. Esta biblioteca era el centro neurálgico de las redes protestantes de defensa de los derechos humanos —de las que también participaba Barreiro— que se habían conformado para recibir refugiados chilenos pero se mantuvieron activas ante el avance de la represión en Argentina y estaban asociadas a organismos tales como el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH) o el ACNUR.53 Por estos motivos, durante todo el año 1981, Julio Barreiro y su esposa se radicaron en Ginebra en lo que fue una especie de año sabático.
Durante su período ginebrino desarrolló una investigación bíblica sobre teología de la liberación que fue publicada en el libro El hombre en la biblia y otra dedicada a la historia y corrientes teológicas del CMI que derivó en el libro El combate por la vida.54 Antes de ellos, entre los años 1978 y 1980, había desarrollado también un ensayo sobre la situación política de América Latina a fines de los años setenta que ganó el premio Ensayo Siglo XXI y fue editado por la editorial con sede en México bajo el título Los molino de la ira.55 Su último libro se publicó en 1984 con una investigación dedicada al análisis de los medios masivos de comunicación bajo el título Comunicación y humanización.56
Cuando Barreiro regresó a Buenos Aires en 1982 la situación política ya había mutado hacia un proceso de transición democrática. Allí inició un paulatino proceso de retorno a Montevideo a partir de 1983. Sus arribos al aeropuerto de Carrasco durante ese año no resultaron indiferentes para la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII), especialmente atenta a la llegada de referentes políticos, artísticos e intelectuales que regresaban al país desde el exilio.57 Por ejemplo, en 1989 se registraba su participación como candidato al Consejo de la Facultad de Derecho por la lista Propuesta Universitaria.58 Así también, su activismo se registraba en participaciones en la prensa como una nota de su autoría en el periódico Alternativa Socialista, de mayo de 1990, que da cuenta de la permanencia de las prácticas de vigilancia política por parte de la DNII en tiempos democráticos.59
En 1985 y en el marco del proceso de normalización de la UDELAR, le fueron restituidos sus cargos en la Facultad de Derecho, cesantes desde 1973. Cargos a los cuales concursa en su mayor grado ese mismo año solicitando que se considerasen los antecedentes producidos durante su exilio:
[méritos] que testifican el trabajo que he realizado en el extranjero durante el tiempo en que permanecí alejado de nuestra Casa de Estudios, por causa de la destitución de la cual fui objeto por parte de las autoridades de facto que intervinieron la Universidad de la República.60
De este modo, en 1985 es designado nuevamente como Profesor Adjunto de Historia de las Ideas y el año siguiente gana el concurso como Profesor coordinador de Ciencia Políticas, ambas en la Facultad de Derecho. El regreso a Montevideo supuso también su reinserción en la militancia del Frente Amplio dentro de las filas asociadas al Partido Socialista. Así lo comunicaba en una carta de fines de 1984:
Estoy pasando un período de intenso trabajo político en Montevideo, como siempre con el Frente Amplio y con el Partido Socialista. Es increíble lo que ha sido el crecimiento del FA, lo que muestra una profunda evolución, muy significativa, de nuestro querido y sufrido pueblo. Creemos que las elecciones del próximo domingo nos van a deparar muchas sorpresas, a los hunos [sic] y a nosotros.61
En 1988 obtiene el mayor grado como docente en la UDELAR en ambas cátedras, cargo en el que se sostiene hasta su jubilación en el año 2000. Barreiro fallece en su ciudad natal en el año 2005 a la edad de 83 años. Su producción da cuenta de una figura intelectual particular, un militante cristiano que se acercó a las ciencias sociales a través de sus lecturas del marxismo en cuya producción predominó el ensayo político como género principal pero fundamentalmente una labor editorial forjada desde su juventud que atravesó las fronteras entre el mundo confesional y secular. En materia educativa, sus textos principales acompañaron la edición de los trabajos de Paulo Freire, pero su mayor intervención como intelectual puede ser reconocida en tanto agente fundamental en la producción y circulación de las ideas del pedagogo brasileño.
El objetivo de este artículo fue describir y analizar la trayectoria de Julio Barreiro en un esfuerzo por identificar su itinerario de formación, las redes confesionales y académicas en las que se inscribió y las coyunturas políticas que fueron delimitando su perfil como editor-intelectual.
En esa línea, en el primer apartado se caracterizó el rol destacado que tuvo Julio Barreiro en la circulación editorial de la pedagogía de Paulo Freire en el mercado del libro en castellano a partir del impulso inicial dado desde la editorial Tierra Nueva enfatizando de este modo la relevancia intelectual del oficio de editor.
En el segundo apartado, fue posible analizar los inicios de Julio Barreiro como director de publicaciones protestantes desde su juventud, su afición por la literatura infantil y luego su formación académica en el campo de la ciencia política. Allí se argumentó sobre la importancia de pensar las interacciones entre mundo confesional y mundo secular en la conformación de nuevas agendas de pensamiento, en particular, los diálogos entre marxismo y cristianismo.
Seguidamente se abordó de qué modo, a partir de mediados de la década del sesenta, este editor se constituyó en un intelectual del campo secular de las izquierdas en tanto además de su actuación como director de Tierra Nueva se incorporó a la vida universitaria, a la participación política y al debate en la prensa progresista. Allí se reconoció que la conjunción de la esfera de la política, la edición y la educación en una misma intervención permitían inscribirlo en una tradición intelectual de larga duración asociada al protestantismo.
Finalmente, en el último apartado, se estudió de qué manera Barreiro fue perseguido por las dictaduras de Uruguay y Argentina y qué tácticas desplegó para sostener su actividad como editor en tiempos de censura hasta que las transiciones a nuevos regímenes democráticos le permitieron retornar del exilio y recuperar su actividad como profesor universitario. Se sostuvo la relevancia de observar los procesos de intercambio intelectual antes, durante y después de las dictaduras para visibilizar las conexiones de sujetos y saberes en distintos escenarios socio-históricos.
Como se ha desarrollado en el artículo, a lo largo de su trayectoria Julio Barreiro combinó una preocupación por la educación, la política y la edición que permite inscribirlo en un tipo de intelectual específico asociado a la tradición confesional protestante. Esto permite evaluar al menos tres grandes aportes del estudio de este caso para el campo de la historia del libro y la edición: las relaciones entre mundo religioso y mundo secular en la conformación de nuevas agendas de pensamiento progresista, la conexión de sujetos y saberes a escala regional en la historia reciente de América Latina y los modos específicos de supervivencia en tiempos de dictaduras.
Documentos de archivo y entrevistas
Barreiro, Julio, Auto-reportaje, 1950, en Archivo Personal de Julio Barreiro, Montevideo.
Barreiro, Julio. Programas de materias USAL, 1974, en Archivo Personal de Julio Barreiro, Montevideo.
Carta de Julio Barreiro a Alberto Pérez Pérez (Decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, UdelaR), 21 de abril de 1985, en Archivo Personal de Julio Barreiro, Montevideo.
Carta de Julio Barreiro a Sergio Bagú (México), 17 de noviembre de 1984, en Archivo Personal de Julio Barreiro, Montevideo.
Entrevista realizada por el autor a Carlos Brandão en São Paulo el día 10-12-2018.
Entrevista realizada por el autor a Eduardo y Álvaro Barreiro en Montevideo el día 23-07-2015.
Entrevista realizada por el autor a Enrique Méndez en Montevideo el día 05-12-2015.
Entrevista realizada por el autor a Mirtha Coitinhio en Montevideo el día 22-07-2015.
Ficha patronímica de Julio Barreiro, en Archivo de la DNII, Montevideo.
Folleto de catálogo de Tierra Nueva, 1972, en Archivo Personal de Julio Barreiro, Montevideo.
Memorándum Gremial N°045/1989, en Archivo de la DNII, Montevideo.
Memorándum Operacional N°288/984, en Archivo de la DNII, Montevideo.
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Julio Barreiro: Intellectual Trajectory of Paulo Freire's Protestant Editor
Resumen
El objetivo de este artículo es describir y analizar la trayectoria de Julio Barreiro (1922-2005) en tanto intelectual protestante de izquierda que se destacó en el campo de la edición, en particular, en el proceso de circulación de la pedagogía de Paulo Freire en el mercado del libro en español. Interesa identificar su itinerario de formación, las redes confesionales y académicas en las que se inscribió y las coyunturas políticas que fueron delimitando su perfil como editor e intelectual.
Palabras clave: edición; protestantismo; izquierdas; historia reciente; Paulo Freire
Abstract
The objective of this article is to describe and analyse the trajectory of Julio Barreiro (1922-2005) as a Protestant radical left intellectual who stood out in the field of publishing, particularly, in the process of circulation of Paulo Freire's pedagogy in the Spanish book market. It is interesting to identify his training itinerary, the confessional and academic networks in which he joined and the political situations that defined his profile as an editor and intellectual.
Keywords: publishing; Protestantism; political lefts; recent history; Paulo Freire
Recibido: 08/07/2022
Aceptado: 14/10/2022
1 Una versión preliminar de este texto fue discutida en el Workshop “Historia, Política y Universidad/Sistema Educativo”, La Plata, mayo de 2021, bajo la coordinación del Dr. Claudio Suasnábar.
2 Robert Darnton, “Retorno a ‘¿Qué es la historia del libro?’”, Prismas. Revista de Historia Intelectual n° 12, Bernal, 2008, pp. 157-158.
3 José Luis De Diego, Los autores no escriben libros. Nuevos aportes a la historia de la edición, Buenos Aires, Ampersand, 2019.
4 Roger Chartier, El mundo como representación. Estudios sobre historia cultural, Barcelona, Gedisa, 2005.
5 Jean-François Gilmont, “Reformas protestantes y lectura”, Roger Chartier y Guglielmo Cavallo (Ed), Historia de la lectura en el mundo occidental, Buenos Aires, Taurus, pp. 329-366.
6 Marcela Gajardo, Paulo Freire. Crónica de sus años en Chile, Santiago de Chile, FLACSO Chile, 2019.
7 Julio Barreiro, “Una experiencia piloto en base al método de Paulo Freire”, Cristianismo y Sociedad, Vol. VII, n°18, Montevideo, 1969, p. 80.
8 Anónimo, Se vive como se puede, Montevideo, Alfa, 1968.
9 AA.VV., “Contribución al proceso de concientización en América Latina”, Cristianismo y Sociedad, suplemento especial, Montevideo, 1968, pp. 1-103.
10 Paulo Freire, La educación como práctica de la libertad, Montevideo, Tierra Nueva, 1969.
11 Anónimo, “Tierra Nueva presenta”, Cristianismo y Sociedad, Vol. VII, n° 21, Montevideo, 1969, p. 72.
12 Folleto de catálogo de Tierra Nueva, Archivo Personal de Julio Barreiro, Montevideo, 1972.
13 Cfr. Federico Brugaletta, La edición de Paulo Freire en la historia reciente de América Latina: Religión, política y mercado en la circulación de una pedagogía para la liberación (1969-1977).Tesis del Doctorado en Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de La Plata, 2020.
14 AA.VV., Conciencia y revolución, Montevideo, Tierra Nueva, 1969; Anónimo, Se vive como se puede, Montevideo, Tierra Nueva, 1969; Paulo Freire, op. cit.
15 Paulo Freire, Pedagogía del oprimido, Montevideo, Tierra Nueva, 1970; Paulo Freire, ¿Extensión o comunicación? La concientización en el medio rural, Montevideo, Tierra Nueva, 1973.
16 AA.VV., Fichas Latinoamericanas n°4, Buenos Aires, Tierra Nueva, 1974; Paulo Freire, Educación para el cambio social, Buenos Aires, Tierra Nueva, 1974; Paulo Freire, Acción cultural para la libertad, Buenos Aires, Tierra Nueva, 1975.
17 Paulo Freire, Cartas a Guinea-Bissau. Apuntes de una experiencia pedagógica en proceso, México, Siglo Veintiuno, 1977.
18 Cfr. Gustavo Sorá, Editar desde la izquierda. La agitada historia del Fondo de Cultura Económica y de Siglo Veintiuno, Buenos Aires, Siglo Veintiuno, 2017.
19 Federico Brugaletta, “Una aproximación a los contactos entre Julio Barreiro (Tierra Nueva) y Arnaldo Orfila Reynal (Siglo XXI) en la edición de Paulo Freire entre 1971 y 1977”, ponencia presentada en el IV Coloquio Argentino de Estudios sobre el Libro y la Edición, Paraná, UNER, 2021.
20 Auto-reportaje, Archivo Personal de Julio Barreiro, Montevideo, 1950.
21 Mirtha Coitinhio, pastora de la Iglesia Metodista de la Aguada y encargada del Archivo Histórico de IMU. Entrevista realizada por el autor en Montevideo el día 22 de julio de 2015.
22 Unos años después de la muerte del pastor, Julio Barreiro compiló un libro con textos del metodista catalán como homenaje. Ver Julio Barreiro, Páginas de una vida. Alfredo Capó, Buenos Aires, La Aurora, 1946.
23 Auto-reportaje, Archivo Personal de Julio Barreiro, Montevideo, 1950.
24 Julio Barreiro, Horas Azules, Montevideo, 1945; Julio Barreiro, El polvo de los caminos, Montevideo, 1946, Julio Barreiro, Horas Rozadas, Montevideo, 1948; Julio Barreiro, Horas Blancas, Montevideo, 1949; Julio Barreiro, Las aventuras de Juan Platita, Montevideo, 1950.
25 Esta organización juvenil evangélica estaba compuesta por ligas conformadas en las iglesias tanto de la ciudad de Montevideo como del interior del Uruguay. Su existencia puede rastrearse desde fines de la década del treinta. En el periódico trimestral Federación Juvenil Evangélica Julio Barreiro publicaba informes de actividades anuales en carácter de presidente de la federación. Tanto los libros de actas como el periódico pueden consultarse en el Archivo Histórico Metodista Dr. José A. Piquinela en Montevideo.
26 En el Archivo Personal de Julio Barreiro en Montevideo fue posible identificar el diario de viaje donde relata las impresiones de su recorrido, así como también el borrador de un informe producido sobre la I Asamblea Constitutiva del CMI.
27 Anónimo, Federación Juvenil Evangélica, Vol. 3, n° 5, Montevideo, 1948, p. 1.
28 La edición de presentación da cuenta de que se trataba de una apuesta editorial ambiciosa, una tirada de 5000 ejemplares de periodización mensual compuestos por un formato de páginas de 20 x 30 cm a dos colores da cuenta de la envergadura de la empresa. La revista se podía adquirir en Argentina, Bolivia, Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, Honduras, Paraguay y República Dominicana, como así también en España.
29 Anónimo, “La trayectoria de La Idea”, La Idea nº 360, Montevideo, 1950, p. 1.
30 Julio Barreiro, Pantalones cortos, Montevideo, 1953; Julio Barreiro, Un árbol cualquier, Montevideo, 1956; Julio Barreiro, Confusión, Montevideo, 1958; Julio Barreiro, Con la misma vara, Montevideo, 1958; Julio Barreiro, El cordero y las estrellas, Montevideo 1962.
31 Julio Barreiro, La sociedad justa según Marx, Caracas, Monte Ávila, Editores, 1968.
32 Anónimo, “Nuestros colaboradores”, Cristianismo y Sociedad, Vol. V, nº 14, Montevideo, 1967, p. 120.
33 Michael Löwy, Guerra de dioses: religión y política en América Latina, México, Siglo Veintiuno, 1999.
34 Euan Cameron, “Las turbulencias de la fe”, Euan Cameron (Ed.), El siglo XVI, Barcelona, Crítica, 2006, pp. 166-193.
35 Jean Pierre Bastián, Protestantismos y modernidad latinoamericana: Historia de unas minorías religiosas activas en América Latina, México, Fondo de Cultura Económica, 2013.
36 Carlos Real de Azúa (1916-1977). Abogado, profesor de literatura y estética, crítico literario, historiador y ensayista uruguayo, considerado el iniciador de la ciencia política en su país.
37 En 1967 este rector había encabezado un plan de reestructuración de la universidad que buscaba enfatizar la investigación científica dirigida a favorecer el desarrollo social y económico. Oscar Maggiolo se posicionó de forma clara contra el autoritarismo del gobierno de Pacheco Areco al integrarse al Movimiento por la Defensa de las Libertades y la Soberanía. En octubre de 1968 fue reelecto como Rector con fuerte apoyo del colectivo universitario en medio del acrecentamiento represivo del gobierno contra el sector estudiantil. Ver Vania Markarian, Universidad, investigación y compromiso: Documentos del Archivo Maggiolo, Montevideo, Archivo General de la Universidad de la República, 2010.
38 Julio Barreiro, Ideologías y cambios sociales, Montevideo, Alfa, 1966.
39 Julio Barreiro, El pensamiento político de Maquiavelo, Montevideo, Fondo de Cultura Universitaria, 1971; Julio Barreiro, Calvino y el derecho a la resistencia, Montevideo, Fondo de Cultura Universitaria, 1972; Julio Barreiro, El pensamiento político de Calvino y Lutero, Montevideo, Fondo de Cultura Universitaria, 1971; Julio Barreiro, “La noción del hombre según Marx”, AA.VV., Marx: el hombre y la sociedad, Alfa, Montevideo, 1968, pp. 5-38.
40 Julio Barreiro, Violencia y política en América Latina, México, Siglo Veintiuno, 1968.
41 Cristiano Pinheiro de Paula Couto, Cuadernos de Marcha (primeira época, Montevidéu, 1967-1974): uma “tricheira de idéias” desde o Uruguai para o mundo, Tesis de Maestría, Programa de Pós-Graduação em História, Universidade Federal de Santa, 2008.
42 Eduardo y Álvaro Barreiro, hijos de Julio Barreiro, entrevista realizada por el autor en Montevideo el 23 de julio 2015; Enrique Méndez, amigo de Julio Barreiro, entrevista realizada por el autor en Montevideo el 05 de diciembre de 2015.
43 Julio Barreiro, “Los independientes y la política nacional”, Marcha n° 1539, Montevideo, 1971, p. 8.
44 Julio Barreiro, “La violencia y la nueva política”, Marcha n°1557, Montevideo, 1971, p. 9.
45 Silvia Dutrénit Bielous, El Uruguay del exilio. Gente, circunstancias, escenarios, Montevideo, Trilce, 2006.
46 Programas de materias USAL, Archivo Personal de Julio Barreiro, Montevideo, 1974.
47 Julio Barreiro, Educación popular y proceso de concientización, Buenos Aires, Siglo Veintiuno, 1974.
48 De todos modos, cabe destacar que Julio Barreiro también era un ensayista pedagógico en particular en textos que prologaban o acompañaban libros de Paulo Freire. Ver Julio Barreiro, “Educación y concientización”, Paulo Freire, La educación como práctica de la libertad, Montevideo, Tierra Nueva, 1969, pp. 7-20; Julio Barreiro, “Educación y política”, Paulo Freire, Ivan Illich y Pierre Furter, Educación para el cambio social, Buenos Aires, Tierra Nueva, 1974, pp. 9-25.
49 Carlos Brandão, entrevista realizada por el autor en São Paulo el día 10-12-2018.
50 Aldo Marchesi, Hacer la revolución: Guerrillas latinoamericanas, de los años sesenta a la caída del muro, Buenos Aires, Siglo Veintiuno, 2019.
51 Marina Franco, Un enemigo para la nación: orden interno, violencia y "subversión", 1973-1976, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2012.
52 Si bien desde comienzos de la dictadura, los libros de Freire fueron perseguidos al igual que sus lectores recién en 1978 fuero formalmente prohibidos para su uso en el sistema educativo mediante la Resolución 1541/78.
53 Charles Harper, El acompañamiento: acción ecuménica por los derechos humanos en América Latina 1970-1990, Montevideo, Ediciones Trilce, 2007.
54 Julio Barreiro, El hombre de la biblia. Reflexiones bíblicas sobre el hombre contemporáneo. Enfoques desde el punto de vista de la Teología de la Liberación, Buenos Aires, La Aurora, 1983; Julio Barreiro, El combate por la vida. Breve historia del Consejo Mundial de Iglesias y del pensamiento ecuménico, Buenos Aires, La Aurora, 1984.
55 Julio Barreiro, Los molinos de la ira. Pronóstico sobre la situación latinoamericana para la década del 80, México, Siglo Veintiuno, 1980.
56 Julio Barreiro, Comunicación y humanización. Reflexión política sobre los medios de comunicación de masas, Buenos Aires, Tierra Nueva, 1984.
57 Memorándum Operacional N°288/984. Informa arribos y partidas de vuelos y Memorándum Operacional N°316/984. Informa arribos y partidas de vuelo. En Memorando 291/2016, pp. 26-28.
58 Memorándum Gremial N°045/1989. Ref: presentación de Listas para las Elecciones Universitarias del Orden Docente. En Memorando 291/2016, pp. 19-23.
59 Ficha patronímica de Julio Barreiro, DNI, Memorando 086/2016.
60 Carta de Julio Barreiro a Alberto Pérez Pérez (Decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, UdelaR), 21 de abril de 1985, Archivo Personal de Julio Barreiro.
61 Carta de Julio Barreiro a Sergio Bagú (México), 17 de noviembre de 1984, Archivo Personal de Julio Barreiro.